Inflamación de las cuerdas vocales

IPN

La angustia de los padres se hace presente cuando una laringitis aguda afecta la capacidad de hablar e incluso de respirar en el niño. Se trata de una enfermedad respiratoria en la que la inflamación de las cuerdas vocales, que forma parte de la laringe, produce ciertas señales de alerta, como tos perruna, afonía e incluso fiebre.

La laringe está situada en la parte inferior de la garganta, conocida como faringe. Cuando los virus respiratorios provocan la enfermedad conocida como laringitis aguda, el profesional médico procederá a determinar la gravedad de la afección por medio de los síntomas y la exploración física y, por tanto, el tratamiento necesario para el niño. La Dra. Virginia Iramain, pediatra, refiere que la laringitis aguda generalmente se diagnostica de forma clínica y no suele precisar ninguna prueba de rayos X o analítica. 
Afecta a niños de entre seis meses a seis años aproximadamente.

Puede deberse a la presencia de virus respiratorios (como el virus parainfluenza y el virus influenza). Entre otras causas de la laringitis se incluye el reflujo ácido -que puede generar una inflamación en las cuerdas vocales-, así también debido a las infecciones bacterianas, de hongos o fúngica, además fumar, irritantes químicos e incluso uso excesivo o prolongado de la voz. 

 “La laringitis se manifiesta a través de tos fuerte, muy similar al ladrido de un perro, ronquera e incluso afonía. Este ruido ronco además puede acompañar a la toma de aire (estridor). Si la laringe se inflama demasiado, también es posible que el niño sienta ahogo y ansiedad por no poder respirar. Otros síntomas que pueden acompañar son la mucosidad en la nariz y la presencia de fiebre”, agrega. La profesional destaca que “la infección se transmite por contacto de persona a persona o por secreciones infectadas, por lo cual es fundamental la prevención. 

El niño puede acostarse bien y de repente despertar con tos perruna y dificultad para respirar, ya que la laringitis generalmente empeora por la noche. A menudo mejora durante el día, pero puede volver a empeorar la noche siguiente”. Hay que poner atención en los signos de alarma que se puedan presentar tales como: 👉Dificultad para respirar 👉Respirar muy rápido o pausas en la respiración (adormilado) Con estos síntomas de alarma debe acudir de inmediato a un centro de urgencias. 

 Nota publicada en la revista Niños &; Adolescentes, del IPN. Elaborada por: DA COMUNICACIÓN
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